Siendo las 10 de la noche del día 23 de Octubre del 2007, cuando cursaba el quinto año de secundaria, en compañía de mis compañeras, emprendimos el viaje de nuestras vidas, realmente inolvidable. En el camino, exactamente en Nuevo Chimbote, el bus en el que nos transportábamos tuvo un desperfecto, estuvimos una hora esperando a que el conductor y las demás personas encargadas del paseo hicieran algo para que vuelva a funcionar. A las 9 de la mañana del siguiente día, nos encontrábamos ya en Huachipa (en Lima), tomamos un delicioso desayuno y después de un descanso partimos rumbo a Ica en donde almorzamos - por ese tiempo la ciudad aún estaba sometida al dolor por el terremoto y pudimos sentir lo mismo al encontrar el lugar totalmente distinto a como lo vimos en una excursión cuando estábamos en tercer año de secundaria- Más tarde, estando en Nazca, cenamos y nos dirigimos luego a Arequipa; llegamos muy temprano, casi de madrugada, descansamos unas horas y posteriormente nos reunimos en el restaurant del Hotel para tomar el desayuno, además éramos los únicos huéspedes y no nos decían nada cuando poníamos escuchábamos música a todo volumen o cuando algunas compañeras gritaban como locas de habitación a habitación. Conocimos muchos lugares como: El convento, la Plaza de Armas donde en sus alrededores encontramos La Catedral y un centro artesanal (allí pudimos comprar muchas cosas), visitamos muchos miradores desde donde se podía observar con mayor claridad el volcán Misti, fue un día muy agitado pero divertido. Al día siguiente, después del desayuno, subimos nuevamente al bus para dirigirnos esta vez a Puno, un viaje muy agotador, conforme nos acercábamos a Puno comencé a tener malestares, pero no fue impedimento para conocer el lugar; en la tarde después del almuerzo, visitamos el Lago Titicaca, recorrimos en lanchas los Uros y compramos los objetos artesanales que allí vendían. En la cena, probamos por primera vez la carne de alpaca hecha a la parrilla, muy deliciosa. Pero después de comer tuve que tomar una pastilla para dormir porque me sentía peor, luego de esperar en el bus me quede dormida, y desperté pocos minutos antes de llegar a Cusco.
Llegamos también de madrugada y se podía sentir un intenso frío, descasamos, desayunamos temprano y comenzó la excursión del día. Los cuatro días que estuvimos allí fueron muy agotadores, casi no descasábamos porque hay muchos lugares por conocer; por ejemplo para ir a Machu Picchu-que fue extraordinario conocer- tuvimos que estar despiertos a las 3 de la mañana, ya que del hotel hasta la estación del tren eran como 3 horas y luego como 2 horas para llegar a Aguas Calientes, para luego tomar un pequeño bus que nos trasladó hasta la ciudad imperial- Otra visita que me gustó mucho fue Sacsayhuaman y entrar a la Catedral.
En el viaje de regreso, pasamos por Ica y visitamos una viñera-casi todos compramos por lo menos un vino- allí desayunamos y almorzamos; para luego seguir viajando. Llegamos a Lima, nos llevaron de compras por algunos supermercados y a divertirnos en Larco Mar. A las 11 de la noche emprendimos el que sería nuestro último tramo de Lima hasta Trujillo. Estuvimos en Trujillo a las 7 de la mañana, nuestros padres muy entusiasmados nos esperaban en el centro educativo y además nos recibieron con muestras de afecto y de habernos extrañado mucho, nosotras muy entusiasmadas comenzamos a contarles todo sobre nuestra aventura inolvidable.